Un día lluvioso de verano
Era un día lluvioso de verano. Y la lluvia me pilló de pleno, en pleno paseo. Cerca había un bar que, con su aspecto acogedor, parecía un lugar perfecto para secarme.
Era un día lluvioso de verano. Y la lluvia me pilló de pleno, en pleno paseo. Cerca había un bar que, con su aspecto acogedor, parecía un lugar perfecto para secarme.
La niña tiene poderes, decían en casa. Ponía los pelos de punta cada vez que abría la boca para chivarse de una u otra historia del pasado.