Relato ganador en la edición 2017 de nuestro concurso "Ocurrió en verano"
Dicen que ocurrió en verano, aquel verano en el que llegar al pueblo solo significaba una cosa: Vacaciones.
Dicen que ocurrió en verano, en el que el Sol protagonista de los días era testigo de todo.
Recuerdo aquel... en concreto sin acordarme de cual, en el que todos nos veíamos en el bar, no nos teníamos que llamar simplemente estar, nos saludábamos entre risas, abrazos, besos…
¡El último en llegar pagaba, sin pensar!
De repente el tiempo se paraba, las miradas se fijaban y por la puerta aparecías tú.
Me preguntaba cada vez que te miraba si tú me mirarías a mí.
Lo que más me gustaba de todo era el disimulo con el que lo hacía, nadie lo percibía, nadie sabía nuestro secreto y aquello le otorgaba magia.
Dicen que ocurrió en verano, en el bar, en la piscina… los brindis a distancia desde la mesa a la barra, las miradas al aire que como flechas llegaban, despedirnos por separado para vernos juntos al otro lado y entonces sí, dejar fluir la pasión, el amor, la noche, las estrellas: el verano.
A veces pienso en la de historias que ocurrían a la vez en aquella terraza, tantas anécdotas que se compartían entre botellines y botellines. Que quedaban escritas en la eternidad de juntarnos allí viendo las horas pasar.
Pienso en cómo será después de muchos años, el recuerdo de lo vivido, la añoranza, lo que queda atrás y el futuro que nos espera.
Es magnífico vivir y compartir, es magnífico el bar, donde las familias, los amigos, las risas, el amor, las riñas… dónde un sin fin de emociones y sensaciones se compactan, se aúnan con el único sentido de disfrutar de la vida, de levantar las copas, de chocar el vidrio, de inmortalizar el momento, de olvidar tras la puerta la otra cara de la realidad y ser libres sin preocupaciones por muy breve que sea el instante.
Dicen que ocurrió en verano, ¡pues que sea por muchos años!
Autora: Sandra Martín Gómez, 27 años
Relato presentado a concurso. Si te ha gustado, agradeceremos un comentario.
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